La Unión De Los Reinos

Chapter 27: Capítulo 26: Una mirada para confesar



—Solo estaba calentando un poco, padre, ahora me pondré serio.

La sonrisa de Light mostraba cuan feliz estaba en estos momentos dónde podía compartir con su padre. Tener ese tipo de estímulo emocional sin duda mejoraba la actitud y la personalidad del niño.

Tener una figura paterna que lo aliente, lo apoye y lo acompañe en su niñez adornando esas escenas de buenos momentos, era necesario para un buen desarrollo del pequeño.

—Oh, veamos cómo te desenvuelves estando serio, hijo —respondió Albert con una sonrisa orgullosa.

Light se precipitó hacia su padre. Light había pasado mucho tiempo entrenando sus técnicas de espada y su juego de pies.

Después de tanto practicar, el niño decidió que hoy era el momento adecuado para enseñarle lo que había aprendido a su padre. Light pensó que su padre a lo mejor se sentía angustiado y un poco presionado por el peligro que se avecinaba, por lo que quiso hacerle saber que él, su hijo, tenía lo necesario para defenderse.

Tal vez así ayudaría a qué su padre se sintiera un poco aliviado.

Cuando Light se encontró casi al frente de su padre, ejecutó la primera técnica de espada, "corte de tres garras". La técnica exigía tanto velocidad como fuerza.

Tener una alta velocidad ayudaba a realizar los tres cortes sin permitir que el enemigo interrumpa el movimiento, y la fuerza ayudaba a la hora del impacto para ejercer cortes profundos.

El primer corte que realizó Light fue uno vertical de arriba hacia abajo. Tal rapidez de corte tomó muy de sorpresa a Albert, que apenas iba levantando la espada de madera para atacar.

Light sin perder el impulso y la rapidez, volvió a realizar un segundo corte vertical de abajo hacia arriba y antes de que su padre pudiera bloquear, el tercer corte volvió a impactar en su cuerpo logrando el mismo movimiento que el primero. Corte vertical de arriba a bajo.

Una vez que Light ejecutó el corte de tres garras, con su pierna izquierda se impulsó hacia atrás y sin perder tiempo, activó el danzar de gacela para tener una movilidad y rapidez mayor.

La razón del porque retrocedió se debió a qué necesitaba un mayor impulso a la hora de realizar la segunda técnica con la espada, "punzada de abejorro".

Light se lanzo hacia su padre con la espada empuñada por sus dos manos mientras la colocaba al lado de su pecho derecho.

Cada movimiento de Light estuvo reforzado con una velocidad increíble dejando a Albert sumamente sorprendido. El primer ataque lo dejo impactado, sus ojos estaban algo abiertos mientras observaba como su camiseta había Sido rasgada.

Un dolor se apoderó de su abdomen cuando notó tres raspones que el ataque de su hijo había ocasionado. Albert pensó inmediatamente que si fuese una pelea verdadera, ese simple movimiento ya lo hubiese asesinado.

Albert rápidamente miro a su hijo para darse cuenta de que el pequeño ya estaba a tan solo un paso de él. La retirada de Light fue rápida, al igual que su segundo ataque.

Las manos de Albert estaban tendidas arriba de el mientras sostenía su espada. La razón era para atacar a su hijo en el primer movimiento que hizo, pero, todo llegó de sorpresa y se mantuvo así mientras asimilaba todo.

Tristemente Albert no reaccionó a tiempo y cuando quiso hacer algo, solo pudo mirar a su pequeño con ojos de incredulidad.

Light tampoco fue tonto. Él desde un principio notó el aturdimiento y la sorpresa de su padre para ejercer todos esos movimientos y ataques sucesivamente.

Justo antes de que la estocada tocará el abdomen de Albert, Light se detuvo y después retiro la espada, para luego retroceder lentamente tres pasos.

Light tenía una mirada seria de principio a fin mientras luchaba con su padre, después de contemplar un rato su reacción, Light aflojó su mirada y después formó una sonrisa inocente que junto a su lindo rostro, lo hacían ver tan tranquilo y débil.

Albert bajó sus brazos poco a poco y después de asimilar todo, soltó un suspiro de resignación. Su hijo había crecido bastante, ya no era débil e inofensivo.

Albert miró a su hijo con una mirada un poco seria analizandolo, y después de unos segundos, se empezó a reír a carcajadas.

Tal cambio repentino tomó de sorpresa a Light, pero rápidamente se compuso y el solo sonrió.

—¡Maravilloso, simplemente maravilloso! —expresaba Albert en voz alta mientras se reía—. Mi pequeño Light, tan hábil en el combate, estoy muy orgulloso, muy orgulloso.

La alegría de Albert era verdadera, se podía notar en su hablar, en su expresar. Albert poco a poco se fue acercando a su pequeño hijo y con una gran fuerza, lo alzó para luego ponerlo en sus hombros.

—La familia ahora tiene a dos fuertes guerreros —seguía expresando Albert alegremente.

Light simplemente se reía con alegría mientras se sentía feliz por los comentarios de su padre.

Sara observaba con una mirada de asombro al par de padre e hijo, sobretodo al hijo. Su destreza y su talento en el combate eran simplemente ridículos.

Para una pueblerina como ella, era increíble y fascinante presenciar el crecimiento de un talento como Light.

Después de un rato, su mirada paso de aturdimiento a felicidad, le hacía feliz ver cómo jugaban los dos alegremente. Esa pequeña escena no pudo evitar que su mirada de tornará algo triste y nostálgica.

—Padre, ¿Estuve bien en la pelea? —preguntó entusiasmado el pequeño Light—. ¿Crees que soy fuerte ahora?

—Oh, definitivamente eres fuerte, mi pequeño, ya puedes defenderte de todos los niños y adultos del pueblo tu solo —respondió Albert en risas.

Light por alguna razón se sentía un poco insatisfecho por la respuesta que le dió su padre. Lo hacía ver fuerte pero a la vez débil, y ese no era el efecto que quería darle a su padre.

—Pero ¿no crees que soy lo suficientemente fuerte para hacer algo en el pueblo? Digo, como poder defenderlo —soltó Light en un intento de darle otra perspectiva a su padre.

Albert en ese momento cambio su mirada y analizó rápidamente las palabras de su hijo. Albert bajó lentamente a Light y lo miró seriamente.

Por alguna extraña razón, Albert podía pensar en una muy vaga idea de lo que su hijo quería decir.

Light al observar esa mirada en su padre, no pudo evitar temblar un poco. Ser observado de esa forma le daba a entender que debía dar una respuesta a su comentario.

Light no era de mente corta, el podía sentir que su padre se estaba dando una idea.

Sara por otra parte, apenas escucho la conversación de Light y Albert, por lo que se levantó y con una mirada un poco seria pero amable a la vez, se acercó al par de padre e hijo y miró a Light también.

Light ahora sabía que ya no podía mantener nada oculto, por lo que hablo en voz un poco baja y de forma inocente.

—Cuando la tía Sara me dijo que le diera la carta al abuelo de Helleans, yo personalmente se lo entregué sin echarle un vistazo, lo juro —confesó Light—. El abuelo de Helleans leyó la carta en voz baja pero yo note un cambio de expresión en su rostro por lo que me entró curiosidad por saber que decía. Entonces antes de marcharnos, el abuelo de Helleans mandó a llamar su hijo y eso me hizo sentir una intensa picazón de intriga por lo que yo instigé a Helleans a escuchar la conversación sigilosamente.

Cada palabra, acción y gesto de Light fue dicha y realizada de forma inocente y dió la impresión de parecer arrepentido por sus actos. Pensó que si actuaba de esa forma, todo enojo y castigo por parte de su padre y de Sara se suavizará más.

También aprovechó la confesión para quitar todo rastro de complicidad que tuvo Helleans, echándose toda la culpa y la responsabilidad él mismo. Helleans lo había ayudado mucho, por lo que no quería meterlo en líos innecesarios.

Aunque analizando mejor las cosas, desde un principio a fin, Light forzó a Helleans a cumplir todos sus caprichos; viéndolo así, claramente Light fue el incitador de todos los actos.

A pesar de todo eso, Light notaba como Helleans lo apoyaba a pesar de sus exigencias peligrosas. El mismo no notó ningún rastro de reproche malcriado o negación repulsiva por parte de Helleans.

Light al darse cuenta de eso, sintió una profunda gratitud por él y el sentimiento de amistad que sentía por él se profundizó más.

Así como Light había pensado, cualquier enojo que Albert tenía se disipó completamente y solo mostraba una mirada de resignación y una sonrisa que le daba entender de que tenía un hijo muy curioso.

Sara por otra parte solo soltó un suspiro igualmente de resignación y sonrió amablemente como siempre.

—Definitivamente eres un niño curioso —le respondió Albert—. Puedes seguir hablando, siento que aún no has dicho todo.

A pesar de lo primero que había dicho Light, era más que obvio por dónde iba la vuelta. Ya los dos sabían que el pequeño se había dado de cuenta.

—Bueno, después de eso, Helleans me comentó que unos bandidos andaban asaltando pueblos y que el nuestro era su próximo objetivo, cuyo acto iba a ser realizado el día de la gran feria. Es por eso que decidí mostrarte mi progreso hoy para que no te sintieras presionado y vieras lo fuerte y hábil que soy. Tal vez así me dieras una oportunidad de ayudarte a defender nuestra familia y posiblemente el pueblo.

La mirada de Light se posaba en el suelo mientras que sus brazos estaban atrás de su espalda. Un gesto de pena e inocencia que apoyada por la apariencia inocente y tierna de Light, lograba un ultimátum para alejar todo castigo de él.

Desde un principio tanto Albert como Sara no sentían ningún enojo por Light, al contrario, se sentían feliz por mostrar honestidad y arrepentimiento por sus actos.

Y ahora con la forma de pararse se Light, hizo que los dos se sintieran culpables por presionar de forma muy brusca y sería al niño.

Albert rápidamente abrazo a su hijo y luego lo tomó por los hombros mientras se encontraba arrodillado.

—Mi niño, no tienes que demostrar nada, desde un principio supe que tú eras fuerte y especial. Tú eres lo más maravilloso que me ha dado la vida, por eso no importa lo fuerte que seas, yo daré mi vida con tal de verte sano y salvo —confesó Albert mientras miraba a su hijo tiernamente —. Además, las batallas reales no son como piensas, nada en este mundo es como se piensa. Light, mi pequeño, déjame todo a mi, y ayúdame a defender a todos en la casa, ¿puedes?

Light podía sentir el tono dulce y la mirada paternal que le daba su padre. El corazón de Light se sentía tan cálido y sentía un cariño profundo por su padre que no pudo evitar abrazarlo.

Decir que él daría la vida con tal de verlo sano y salvo, eso sin duda creo un nudo en la garganta del niño.

Sara contemplaba al pequeño con una mirada dulce y amable, no pudo evitar revolver el cabello suave y un tanto largo de Light.

—Padre, definitivamente te ayudaré a defender a los miembros de nuestra casa.

Light se retiró un poco de su padre y con una mirada seria dijo:

—Soy más fuerte de lo que crees.

Con ese comentario, Albert quedó un poco sorprendido y con una sonrisa le respondió:

—Oh, claramente eres mucho más fuerte —Albert no pudo evitar reír—. Antes de volver a la casa, debes mantener todo este asunto en total secreto. No queremos alarmar a tu madre.

—Entiendo padre, no diré nada.

—Ah, claro, Sara, ayer debido al hambre y el cansancio, no pude decirte, y hoy debido al entrenamiento con mi hijo tampoco —se río apenado Albert mientras se frotaba la parte trasera de su cabeza—. El jefe del pueblo necesita hablar contigo. Es sobre este asunto de los bandidos.

Sara no pudo evitar mirar seriamente a Albert y luego asintió.

—Posiblemente algunas preguntas que se te harán te afectarán un poco, ¿estás segura de querer ir y de sentirte lista?

—No te preocupes, estoy bien, además, mis respuestas afectarán al futuro de este maravilloso pueblo y sus habitantes —mientras decía eso, Sara no pudo evitar mirar a Light con una sonrisa—. Estuve escondida varios días, es hora de salir y dejar el miedo.


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