La Unión De Los Reinos

Chapter 28: Capítulo 27: Recuerdos, ira y tristeza (parte I)



Después de aclarar las cosas, los tres entraron a la casa. El entrenamiento que tuvo Light con su padre no fue largo, pero tampoco fue corto.

Mayormente Light quiso aprovechar la ocasión para mostrar que él ya podía fortalecerse solo. Por lo que no podría llamarse entrenamiento como tal, pero si una lucha de práctica.

A pesar de que no estuvieron mucho rato afuera, fue tiempo suficiente para que Susan realizará el tratamiento de Sofía. Sara subió para ver a su hija, la cual aún dormía tranquilamente.

Según Susan, el tratamiento que ella le está dando, funciona perfectamente. No solo va bien, si no que cada célula y organismo de Sofía se adaptan rápidamente al desintegro y reconstrucción de nuevas células.

Susan al ver el buen progreso que hacía Sofía, le dió a Sara un estimado de dos días para que su hija estuviese completamente sana. Eso sin duda alivió y alegró mucho a Sara, tanto así que incluso derramó una que otra lágrima de felicidad.

Susan bajó y dejó al par de madre e hija solas en la habitación.

Sara se encontraba feliz. Después de tanto tiempo, su pequeña por fin podría tener una vida normal y salir a la calle sin miedo a lastimar su piel y sentirse débil. Sara estuvo media hora con Sofía y luego se despidió dándole un dulce beso en la frente.

Albert estaba abajo sentado en el mueble de la sala esperando a Sara. Debía llevarla con Lenear para aclarar puntos sobre el peligro que acechaba al pueblo. Durante los 45 años de existencia de este pueblo, nunca habían tenido un peligro de esa magnitud.

Puede que en el transcurso de los años hubieron amenazas con animales salvajes y muy, pero muy pocas bestias salvajes de bajo nivel sin clasificar, pero nunca habían sufrido un ataque de otros humanos cuyo propósito es destruir y saquear todo a su paso.

Ellos no eran como los animales. Ellos si pensaban y sabían defenderse fuertemente.

Albert sabía los peligros que conllevaba el ataque de los bandidos. Por eso, necesitaban reunir toda información de ante mano para idear un mejor plan de contingencia, y se era posible, un plan de contraataque furtivo.

Es por eso que necesitaban más información, y que mejor que conseguirla de Sara; ya que fue ella la que advirtió de todo.

Aunque relató ciertas partes en la carta, definitivamente no había contado todo lo que sabía. Es por eso que Lenear la mandó a llamar.

Sara ya había bajado a la sala y Albert se estaba preparando para salir, Light se acercó a su padre y le dijo:

—Padre, también quiero ir. ¿Podrías llevarme?

—Claro hijo, vamos los tres.

Albert no se opuso a la petición de su hijo. Ellos se dirigían a la casa del jefe del pueblo, allí también vivía Helleans por lo que Albert pensó que Light quería ir para pasar el rato con él.

Y así fue, los tres salieron y se dirigieron al pueblo. En el camino, los tres no hablaron mucho, Sara solo se limito a observar el pueblo mientras que Albert le comentaba uno que otro detalle del lugar.

Después de todo, el pueblo de Sara quedaba a unas 10 horas del pueblo Nion, no solo eso, además de ser un camino de tediosas horas, también estaba acompañada de carreteras cerca de bosques peligrosos, por lo que saber de informes de ambos pueblos no era factible.

Lo mismo pasaba con los peligros, nadie estaba pendiente de los otros. Cada pueblo se basó en progresar por sí mismos y sobrevivir por sí mismos.

Si no fuese por Sara llegando al pueblo Nion, los altos mandos del pueblo no hubiesen sabido nada y estarían a Merced del atraco de los bandidos.

Light por otro lado, podía ver cómo había más guardias en las zonas menos pobladas del pueblo y como los mismos rodeaban las zonas fuera del lugar también. Eso daba a entender que estaban al pendiente de cualquier peligro sospechoso que ocurriese.

Después de caminar otro rato más, Albert, Light y Sara llegaron a la residencia Freeger, dónde residían la familia Freeger.

Albert tocó la puerta y al cabo de unos segundos, Marily salió a recibirlos.

—Bienvenidos, por favor, pasen, mi marido y mi suegro los están esperando en la habitación de reuniones —expreso Marily mientras indicaba con su mano derecha que pasaran.

—Gracias, muy amable de su parte, señorita Marily —agradeció Albert.

—Muchas gracias por invitarme a su hogar, con su permiso, pasaré —agrego Sara.

—Oh, querida, no te preocupes, eres bienvenida las veces que quieras —le sonrió Marily amablemente.

La madre de Helleans siempre mostró un lado amable y muy simpática a la hora de tratar a las personas, además de ser atenta y respetable.

—¿Cómo está? Señorita Marily — saludó Light con una voz y sonrisa inocente.

—Pero si es el dulce y pequeño Light, siempre es agradable verte —le respondió Marily a Light mientras ella se inclinaba un poco y acariciaba la mejilla del pequeño.

La madre de Helleans andaba con un vestido largo azul marino, coya textura de la tela era suave y sedoso, por lo que no podía agacharse a la altura de Light. Eso arruinaría la vestimenta.

—¿Quieres que llame a Helleans? —preguntó Marily.

Light negó levemente con la cabeza por lo que la madre de Helleans no insistió mucho.

Albert por otro lado, notó que su hijo no quería estar hoy con su amigo por lo que dedujo que como ya sabía del ataque de los bandidos, a lo mejor quería saber más.

Eso lo preocupó un poco, puesto que lo más probable, Sara comentará unas escenas que podrían hacer sentir mal al niño.

Marily al ver que ya estaban en frente de la puerta de la habitación donde se iban a reunir, se marchó.

—Si necesitan algo, no duden que hablar con mi esposo para hacérmelo saber.

—Light, hijo, ¿estás seguro de querer escuchar sobre la situación? —pregunto Albert mientras se agachó y tocó el hombro de su hijo.

—Si padre, no te preocupes. No solo soy fuerte en el combate, también tengo una mente fuerte.

—Digo, si quieres hablar un rato con Helleans est...

—Padre, si hay algo que he aprendido de mi mismo, es que no me gusta ser ignorante, la ignorancia no va conmigo —la respuesta que dió Light sorprendió mucho a Albert, y Sara también se sintió un poco Sorprendida—. Es por eso que siempre ando leyendo, siempre ando preguntado y siempre me esmero por saber lo que no sé. Así que padre, no te preocupes, estaré bien.

Light le dió una sonrisa y una mirada llena de determinación y convicción, Albert en vista a las palabras de su hijo, no pudo evitar soltar un suspiro de resignación.

Albert procedió a levantarse y con una sonrisa dijo:

—En serio, vaya hijo más testarudo.

Los tres entraron a la habitación y allí vieron sentados a Zirion en el lado fuera del escritorio y a Lenear en el lado dentro del escritorio.

Los dos estaban sentados hablando alegremente cuando notaron la llegada de los dos invitados, aunque se llevaron una sorpresa al notar que había un tercero, y no era otro más que Light.

Tanto Lenear como Zirion se sintieron un poco confundidos, por lo que Albert procedió a explicar la situación.

—Vaya niño, ¿Quien diría que él y mi hijo serían tan curiosos? —comentó Zirion mientras se reía.

—Light, ¿estás seguro de que te sientes capacitado para este tipo de conversación? —preguntó Lenear para confirmar una vez más la convicción y madurez del niño.

Lenear sabía sobre el secreto de que Light entrenaba en el bosque, por lo que sabía que tanto su capacidad para sobrevivir en el bosque se debía a su madurez y su adaptabilidad en el ambiente.

Lenear también sentía que cómo eran niños, su curiosidad abundaba en sus ser. Querer saber todo era totalmente normal; la cosa estaba en que si sus mentes estaban listas para situaciones de peligro o conversación serías.

Eso dependía mucho de la madurez, y un niño no tenía eso. A excepción de niños talentosos cuya conciencia fue despertada a tan temprana edad como Light y Helleans.

—No hay de que preocuparse, señor Lenear, estoy seguro de poder sobrellevar bien la situación, además de que está conversación me servirá para ampliar mis horizontes y templar mi personalidad.

Lenear se sintió muy satisfecho por la respuesta que le dió Light, por lo que asintió y observó seriamente a Sara.

—Es primera vez que nos vemos, por lo que le doy la bienvenida a mi pequeño pueblo y a mi humilde hogar.

—Gracias por la amabilidad, lo aprecio mucho —contesto Sara con un rostro un poco serio pero con un tono de agradecimiento.

—Se que es un tanto repentino, pero por favor, ¿podría contar con más detalle sobre lo que sucedió y sobre estos bandidos? —preguntó Lenear.

—Entiendo. Bien, para empezar, el grupo de bandidos está conformado por un total de 27 hombres, ese número solo fue verificado cuando atacaron mi pueblo. No tengo información de si hay más o tienen una base como tal, por lo que no daré falsas ilusiones de dar un estimado exacto de miembros de los bandidos.

Lenear, Zirion y Albert asintieron en respuesta. Un grupo de bandidos conformado por 27 individuos ya era un buen grupo. No solo eso, eran bandidos, saqueaban pueblos y mercaderes por igual; el tener armas de alta calidad de seguro era un problema para ellos.

Además de estar fuertemente entrenados y ser asesinos de sangre fría. Había 27 de ellos confirmados, un grupo grande y peligroso, y lo peor de todo, no se sabía si su número era mucho más o tenían una base.

—Ellos atacaron mi pueblo cuando estábamos celebrando una boda, aprovechando que todos estábamos reunidos en un lugar del pueblo, para ellos luego saquear los almacenes y terrenos no custodiados por los guardias —Sara mientras hablaba, no podía evitar arrugar el rostro y apretar sus manos—. Mientras un grupo robaba nuestras comidas y joyerías, un grupo más grande procedió a destruir el pueblo, quemando casas y tiendas. Todo fue realizado según su plan, al ver el pueblo en llamas y destruido, los guardias estaban desorientados e impactados. Todo sucedió muy rápido.

La mirada llena de furia que mostraba Sara era notable por todos, ningún interrumpió, solo se quedaron allí observando, dejando que ella misma se desahogue y supere ese tormento.

Light miraba a Sara, nunca la había visto así. Él la vía siempre con una sonrisa y con una personalidad muy amable.

Hoy por otra parte, Light pudo ver la ira y la tristeza que tanto abordaba la mente y el corazón de Sara. Eso sin duda le dejo una impresión nueva de ella.

Por más que una persona sea feliz, siempre habrá un tormento que aborde la mente.

—Primero aprovecharon que nosotros estábamos distraídos en la boda para luego saquear todo, después quemaron el pueblo para alertar a los guardias y reunirlos en la zona dónde estaba el peligro para así el primer grupo hiciera bien su trabajo. Luego los guardias estaban todos fuera de sí, porque no sabían que había pasado y en vista de eso, los bandidos empezaron a atacar a los guardias de forma furtiva. Esos malditos se habían escondido en los escombros de casas que ellos mismos derrumbaron y realizaron el ataque. La mayoría de nuestros guardias no reaccionaron a tiempo y terminaron muriendo en el primer asalto.

—Esos bastardos estaban muy bien organizados. Idear un plan de esa magnitud, no solo eso, por lo que dijiste, esos bandidos sabían muy bien de las zonas menos custodiadas y de los almacenes y campos. ¿No será que?

Antes de que Lenear terminara de dar su opinión, Sara respondió de inmediato.

—Así es, lo más probable es que había un traidor en mi pueblo. Si no, ¿Cómo iban a saber ellos por cuenta propia que íbamos a estar reunidos en una celebración, además de saber con exactitud nuestras cultivos y almacenes? Definitivamente había un traidor. Pero lamentablemente no pudimos describir quien era, actualmente ni yo me hago una idea.

—Entiendo. Un ataque que surgió de repente no dió ningún tiempo para pensar en quien pudo dar tal información y estaba ayudando a los bandidos. Por favor, sigue —comentó Zirion.

Sara asintió a su comentario y siguió hablando:

—Al ver cómo los bandidos estaban tomando terreno y asesinando con rapidez a los guardias, mi marido y su hermano junto a los más fuertes de los guardias, se unieron a la lucha —Justo cuando Sara estaba hablando, su mirada se torno triste y su voz tembló un poco—. Gracias a ellos, varios bandidos murieron y los guardias lograron reorganizarse. Pero cuando pensamos que todo estaba marchando bien, un grupo pequeño salió de la nada, ese grupo eran los encargados de saquear todo. Una vez que ese grupo apareció, uno de ellos se arrodilló y habló en un lugar oscuro de una tienda en ruinas. Nuestra mayor sorpresa fue que dentro de los escombros, salió un hombre un poco anciano, robusto, de piel bronceada, cabello corto y canoso, una mirada asesina que hacía temblar a cualquiera. Sus ojos eran marrones y tenían un brillo de arrogancia, además de tener una cicatriz que iba de su mejilla derecha hasta sus labios.

El miedo rondó por el cuerpo de Sara mientras describía al hombre. Ella no pudo evitar cerrar los ojos y después tomar un respiro para luego continuar.

—El hombre aparentaba unos 45 maximo 50 años más o menos. Luego de que ese hombre apareció, las cosas cambiaron. El hombre no habló mucho, solo dijo: "ya todo está hecho, es hora de acabar con todos". Su voz era serena y llena de sed de sangre. Después de mencionar tales palabras, los bandidos se abalanzaron a los guardias como locos, incluso el hombre empezó a atacar también. Era rápido, ágil y se notaba la experiencia que tenía a la hora de matar. El llevaba una espada larga y con ella cortaba bruscamente las extremidades de los guardias, incluso mi esposo murió luchando contra él. En vista a eso, mi cuñado me llevó a una carroza y ató dos caballos rápidamente y nos metió a mi y a mi hija allí. Yo no tuve tiempo de reaccionar debido a que estaba en shock. Había visto morir a mi esposo y a muchos de mis amigos y familiares y yo simplemente me fuí, dejándolos atrás...

Sara no pudo aguantar más e inmediatamente se tapó la boca con sus manos y sus ojos se llenaron de lágrimas. La tristeza al contar lo sucedido la invadía fuertemente. Presenciar una escena de tal brusquedad era mucho para ella, que siempre había vivido una vida tranquila y feliz. Zirion y Lenear solo podían simpatizar con ella, sufrir tal tragedia definitivamente era desastroso.

Albert solo sentía una pizca de tristeza y condolencias hacia ella. Perder a tantos seres queridos frente a tus ojos no cabía duda de que era atemorizante, y eso era algo que él quería evitar a toda costa.

Next chapter will be updated first on this website. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.